
Un nuevo estudio internacional publicado en Journal of Systematics and Evolution reconstruye la historia evolutiva de las especies de plantas que han colonizado las islas más remotas del planeta, desde el archipiélago de Kerguelen hasta las islas del Príncipe Eduardo.
Los investigadores, entre los que se encuentra Carlos García-Verdugo, profesor de este departamento, destacan que a pesar de su aislamiento extremo, estas islas subantárticas muestran una sorprendente conectividad biológica con masas continentales del hemisferio sur como Sudamérica, Nueva Zelanda y Australia. La investigación revela que la dispersión a larga distancia, impulsada por el viento, las corrientes marinas y las aves, ha sido el principal motor que ha permitido la colonización de estas islas, frente a teorías más antiguas como la deriva continental.
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos realizaron expediciones de campo a algunas de las islas más remotas del planeta, viajando a bordo de un rompehielos y enfrentando trabajo de campo en algunas de las áreas más inhóspitas y menos conocidas del mundo.
Los resultados muestran el papel crucial de estos archipiélagos subantárticos como refugios de biodiversidad durante los periodos glaciales, así como cunas evolutivas donde han surgido especies endémicas únicas debido al aislamiento. Esta nueva perspectiva cuestiona la idea de que estas islas son biológicamente pobres, y las posiciona como elementos clave para entender los patrones globales de biodiversidad.
Dado el impacto del cambio climático y las especies invasoras, los autores hacen un llamado urgente a implementar medidas de conservación para proteger estos ecosistemas frágiles y valiosos.
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Ángela Aguado‐Lara: anaguado@ucm.es
Mario Mairal: mariomai@ucm.es